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Alternativas para refinanciar tus deudas

Si tienes varios préstamos y estás atravesando dificultades para cumplir con los pagos, es importante que sepas que puedes modificar las condiciones de tus créditos mediante una refinanciación de deudas. Aunque no lo parezca, esta opción puede ser clave para evitar caer en impagos.

Refinanciar tus deudas te permite adaptar los términos de tus productos financieros a tu situación económica actual, lo que facilita el cumplimiento de los pagos y alivia la presión financiera.

Si quieres conocer en detalle cómo funciona este proceso y descubrir qué opciones tienes disponibles, te invitamos a seguir leyendo este blog hasta el final.

¿Qué es la refinanciación de deudas?

Antes de hablar sobre las opciones disponibles, es importante entender qué significa refinanciar una deuda. En términos simples, se trata de modificar las condiciones de uno o varios préstamos para adaptarlos mejor a tu situación financiera actual. Esto puede incluir ajustes en los plazos, las cuotas, los intereses, e incluso el importe total.

Cuando contratas un préstamo, es habitual que al principio no tengas inconvenientes para pagar. Sin embargo, con el paso del tiempo tus circunstancias pueden cambiar: aumento de gastos, reducción de ingresos o una subida en los intereses si el préstamo es variable. En estos casos, la refinanciación se convierte en una herramienta útil para reorganizar tus pagos.

¿Qué puedes modificar al refinanciar?

  • Coste del préstamo: puedes reducir la cuota mensual si renegocias intereses o plazos.
  • Mayor financiación: si necesitas más dinero, puedes ampliar el capital del préstamo.
  • Plazo de devolución: al extender el periodo de amortización, las cuotas se reducen.

Opciones para refinanciar tus deudas

1. Negociar con tu entidad financiera

Tu primera opción debe ser contactar con tu banco para plantear una refinanciación. Muchas veces las entidades están abiertas a renegociar, sobre todo si aún no has caído en impagos graves.

Ten en cuenta que el banco evaluará tu perfil financiero antes de aceptar: tu nivel de endeudamiento, el valor de las garantías (como una vivienda) y si figuras en listas como ASNEF o RAI. Si tu historial crediticio está deteriorado, será más difícil obtener condiciones favorables.

2. Solicitar un nuevo préstamo

Si no logras llegar a un acuerdo con tu banco, puedes optar por pedir un nuevo crédito para cancelar las deudas actuales. Existen dos tipos principales:

Préstamos personales

Son una opción viable si tus deudas no son muy elevadas. Permiten agrupar o refinanciar préstamos pequeños, pero tienen un límite en cuanto al importe y suelen exigir un buen historial crediticio. Si tienes otras deudas activas o estás en listas de morosos, probablemente te rechacen la solicitud.

Préstamos con garantía hipotecaria

Cuando necesitas importar mayores cantidades de dinero, los préstamos con garantía hipotecaria pueden ser una excelente solución. Al usar tu vivienda como aval, puedes obtener mejores condiciones y montos más altos.

Empresas como Capital Préstamo ofrecen este tipo de productos, con importes desde 15.000 € hasta 1.000.000 €, y plazos de devolución de hasta 20 años. Esta opción puede ayudarte a cancelar tus deudas actuales y concentrarlas en un único préstamo con una cuota más baja y manejable.


¿Cuándo conviene refinanciar?

La refinanciación no es para todos, ni en cualquier momento. A continuación, algunos casos en los que sí puede ser una buena alternativa:

  • Quieres pagar menos cada mes: si tienes un préstamo con intereses altos y encuentras mejores condiciones en el mercado, refinanciar te puede ahorrar dinero.
  • Tu situación económica ha cambiado: si has perdido ingresos, cambiar los términos del préstamo te permite ajustar las cuotas a tu nueva realidad.

¿Es lo mismo refinanciar que reunificar?

Aunque son conceptos relacionados, no significan lo mismo:

  • Refinanciación de deudas: implica cambiar las condiciones de uno o más préstamos existentes. Puede hacerse con una sola deuda.
  • Reunificación de deudas: consiste en agrupar varias deudas en un único préstamo, con una sola cuota mensual. Es útil cuando tienes varios créditos activos.

Ambas opciones buscan lo mismo: mejorar tu capacidad de pago. La diferencia está en el enfoque y el número de deudas involucradas.


Conclusión

Antes de elegir entre refinanciar o reunificar tus deudas, analiza tu situación con detenimiento. Evalúa cuánto debes, qué capacidad de pago tienes y qué tipo de productos financieros puedes obtener. Si necesitas orientación profesional, completa este formulario y un asesor se pondrá en contacto contigo en menos de 24 horas.

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